Hace un tiempo vi la nueva publicidad de una marca deportiva muy conocida en el mundo, la cual ostentaba un hashtag que me llamó la atención: #ThereWillBeHaters y que traducido al castellano sería "Habrá odiosos"; dentro el video aparecen cuatro conocidos jugadores de fútbol, los cuales muestran sus acciones (sin intención, así se presentan), que les cuesta el "odio" de muchas personas, sin embargo, ellos salen triunfantes porque no escuchan a los envidiosos, quienes se podrían conformar como varones pues en el video exponen a las mujeres como objetos, quienes están deslumbradas por la fama y talento de estos. Acerca de este último punto debo decir que no tengo una afición desbordante hacia el futbol y no por el hecho de ser mujer, pues conozco a muchas mujeres que aman ir al stadium y apoyan a su equipo favorito, percatándose de cada detalle técnico para después ser parte de las discusiones futbolísticas que aparecen en algún bar o alguna fiesta familiar; sino porque es un deporte muy sobrevalorado y sexista, el cual hasta ahora, no acepta la conformación de equipos mixtos por prejuicios arcaicos de género.
El hecho del por qué me llamó la atención el video fue porque es una propaganda que divide a la gente, consolidando al ser humano como enemigo de otro ser humano; rememorando al Cándido de Voltaire que presenta a la persona como un ser malo por nacimiento. En cierta medida, cuando caminamos en la calle, comprando en el mercado, estando en el trabajo o en la escuela la competencia se vive a flor de piel y nadie quiere ser pisotead@ sino quiere ser el pisoteador o pisoteadora pero ¿Realmente los otros u otras son l@s verdader@s enemig@s? Creo de que la envidia y la comparación que se hacen entre personas es parte del aparato represor que maneja el consumismo desmedido que poco a poco está deshumanizando nuestro planeta. En definitiva, existe un enemigo o enemiga quien es nada menos que un@ mism@, quien se presenta como la más grande o el más grande saboteador o saboteadora de todas las cosas inconclusas que no se hizo por culpa de distintos miedos o traumas.
En conclusión, y visto desde la perspectiva de la Kussisqa warmisita, el video de esta marca deportiva, es agresivo, divisorio
, sexista y consumista, prueba clara, son los comentarios debajo del video que son respondidas inmediatamente por la empresa quien asegura que las personas que están en contra de esta propaganda son "odiosos".
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